Arsenal

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Construcción y evolución del Arsenal de Cartagena (1726-1977)

Descripción

Proceso de construcción del Arsenal de Cartagena (1726-1977): En el año 1726 Felipe V determina la división del litoral en tres Departamentos Marítimos apoyados por sus correspondientes Arsenales de reciente creación siendo Ministro de Marina Don José Patiño.
La construcción del Arsenal comienza a planificarse en 1931 existía la necesidad de crear una infraestructura que procurara una respuesta a la demanda logística de construcción y carena para los vajeles. El lugar elegido para asentamiento del Arsenal fue la desembocadura del aliviadero de aguas pluviales conocido como “Rambla de Benipila”, al que fue necesario desviar, dándolo al mar por la Algameca Chica, mediante la construcción de un canal de 1700 metros de longitud por 65 metros de anchura. La obras no se iniciaran hasta 1749 cuando es aceptado el proyecto del ingeniero militar Sebastián de Ferigán el cual redacta un plano del conjunto en él se reflejaban sus edificaciones, la cerca y las puertas, dos muelles, dos diques de carena, un gran pabellón para cuarteles, 48 almacenes, cinco naves para arboladura, dos para cordelerías y distintos edificios para fraguas, parque de artillería, sala de armas, asambleas, tenedurías generales; oficinas, bibliotecas, pabellones de la puerta principal, cuerpo de guardia y una torre que presidiría el conjunto.
A principios de Julio y bajo el reinado de Fernando VI, se aprueba el proyecto y en 1748 al extinguirse el servicio de las galeras, los esclavos que estaban destinados en este servicio son enviados al Arsenal y pasan a formar parte de la mano de obra no cualificada que también incluía a aquellos que acudieron por una motivación económica, trabajadores libres de la ciudad o emigrantes, que interviene en la construcción del Arsenal, pero eran los esclavos y forzados los que realizaban los trabajos más duros y peligrosos.
Por Real Orden de 12 de Agosto de 1752, S.M., a través de su Secretario de Marina, el Marqués de la Ensenada, dispuso se hiciera la Puerta Principal en el lugar de mejor vista, instando al Ingeniero Constructor Sebastián Feringán a que edificara dicha portada distinguiéndola de las demás obras, según las reglas y proporciones correspondientes a un Arsenal y no a un palacio.
La construcción de los dos dique secos comienza en 1953 y en 1959, termina la construcción de uno de los diques secos y se inaugura con la varada del navío “América”, la construcción del segundo dique seco finaliza un año después.
El 29 de Agosto de 1776, el profesor de relojería Francisco de Anestares, conocedor de que en el Arsenal se necesitaba un reloj de torre para ennoblecer aún más la entrada a tan magna obra, ofreció a la Junta Económica del Departamento Marítimo de Cartagena, presidida por el Capitán General Don José de Rojas, hacer el citado reloj bajo una serie de condiciones a las que mostró su conformidad la referida Junta, indicando que el reloj de campaña debía ser colocado en una torre levantada a tal efecto encima de la puerta de entrada del Arsenal. Las discrepancias surgidas ante determinados problemas técnicos, como el de los días de cuerda que habría de tener el reloj, que encarecía considerablemente el presupuesto de su instalación, propiciaron que esta obra no se llevara a cabo y quedara relegada durante varias décadas al olvido.

En el año 1782 bajo el reinado de Carlos III, finalizan las obras del proyecto del Arsenal de Cartagena que seguirá ampliándose hasta 1849.
En 1857 se remitió desde el Colegio Naval Militar al Arsenal un gran reloj de torre que no llegó a instalarse debido al enorme presupuesto, superior a los 30.000 reales de vellón, que requería la elevación de la torre y posterior colocación en ella del citado reloj. Una vez más lo costoso de la operación, unido a otras necesidades prioritarias del Arsenal, paralizaron la ejecución del proyecto.
Por Real Orden de 24 de Mayo de 1859, se autorizó al Capitán General del Departamento a que encargase al entonces Capitán de Fragata, Comisionado de Marina en Londres, Don Miguel Lobo Malagamba la adquisición en aquel país de un reloj torre según las condiciones previamente aprobadas en el pedido. Tras un tiempo de intensas gestiones, por fin se adquirió el reloj tan deseado por todos. Embarcado en Londres en el Vapor español “Jovellanos”, llegó a este Arsenal a principios de Abril de 1862. Una vez revisado, se comprobó que había llegado con dos de las cuatro esferas transparentes destrozadas, lo que originó la lógica disputa administrativa para ver quién debía hacerse cargo de los gastos de la recomposición de dichas esferas, retrasándose varios meses su instalación. Una vez reparado, el 28 de Noviembre de 1863 se remitieron a Madrid el presupuesto y los planos de la colocación del reloj de la puerta de entrada al Arsenal, sobre la torre edificada a tal fin, desechándose así a la idea de situarlo en el interior del recinto militar.
Real Orden de 9 de Diciembre de 1863, S.M. la Reina, considerando que dicha ubicación era la más económica y la que mejor contribuía al ornato público, sin menoscabo del servicio que estaba llamado a prestar a la Marina, aprobó los planos y el presupuesto que ascendía a 10519 reales de vellón, autorizando se emprendieran cuanto antes las obras necesarias para llevar a cabo el proyecto.
En oficio del día 6 de febrero de 1866, el Jefe del Arsenal Don Rafael Tavern Núñez, comunicaba al Comandante General del Departamento Don Antonio Estrada y González – Guiral haber quedado definitivamente colocado el reloj en la torre que se había construido a tal fin, sobre la triple puerta de entrada del Arsenal que quedó rematada en su parte superior por una galería corrida abalaustrada. Asimismo fue instalado el tubo conductor de gas que debía iluminar de noche las esferas transparentes. Con todas estas obras terminadas la gran portada de acceso al Arsenal adquirió en la práctica la fisionomía que tiene en la actualidad. En este mismo año se lleva a cabo la botadura del dique flotante para el servicio de las gradas horizontales, tres años después se acometen las obras de electrificación de talleres y edificios administrativos. A finales del siglo XIX comienza la construcción de un dique seco para buques de gran porte durará cuatro años finalizando el 1900.
EN 1909 la ciudad comienza a experimentar un cambio de paradigma económico cambio económico como consecuencia del Programa Naval Maura-Ferrándiz, la explotación por parte de las instalaciones del Arsenal es cedida bajo el contrato a la Sociedad Española de Construcción Naval. Hasta ese momento, el Arsenal había construido 107 buques. Es en 1917 cuando se habilitan los dos diques secos , construidos entre 1753 y 1760, como fosas para atraque de Submarinos.
Desde 1947 a 1977 son dos los hechos destacables en la evolución del Arsenal, se rescinde el contrato con la Sociedad Española de Construcción Naval y se suscribe con la E.N. Bazán de Construcciones Navales Militares y finalmente es en el año 1977 cuando termina la construcción del “Carenero de Galeras”. El primer buque de la Armada “puesto en tierra” con el sistema “sicro-lift” que permanece hasta nuestros días, fue el Submarino “Marsopa” (S-63) EL 6 de junio de este mismo año.

Colaborador

Ratón

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“Arsenal,” Cartagena ayer y hoy, consulta 28 de abril de 2024, https://cartagena.omeka.net/items/show/66.