Ruta literaria por Cartagena

Dublin Core

Título

Ruta literaria por Cartagena

Materia

Cartagena y su literatura

Descripción

Estas son algunas calles en las que podemos encontrar la influencia de la literatura en Cartagena. Plaza de Risueño. Antonio Oliver Belmás y Benigno Risueño de Amador Seguimos camino a lo largo de la Calle Duque; podemos admirar el edificio número 31, casa natal del poeta Monroy. Un poco más adelante giramos a la derecha desembocando en la Plaza de Risueño. El 29 de enero de 1903 nació el escritor Antonio Oliver Belmás en el 11 de esta plaza. Con veintidós años publicó su primer libro de poemas, Mástil, inscrito en la línea de la Generación del 27; a éste le siguió en 1932 Tiempo cenital y en 1947 Libro de loas. Conoció en 1927 a la que cinco años después sería su esposa, la escritora Carmen Conde, que llegaría a ser Académica de la Lengua. El mismo año de su boda fundaron la Universidad Popular de Cartagena, que vivió hasta 1936 bajo su dirección y orientación. En 1947, Oliver obtuvo el título de Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Murcia y, ya en Madrid, el de Doctor en 1954. Durante este tiempo ejerció como profesor en distintos Institutos de Enseñanza Media hasta que en la Universidad de Madrid consiguió el cargo de profesor de Literatura Hispanoamericana. En 1963 fue investido Doctor "Honoris Causa" por la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua. Falleció en Madrid en 1968. La ciudad La ciudad. La ciudad. ¡Qué deseos de extramuros, de blancos álamos con viento, de molinos sobre el horizonte! En las afueras ya habrá incendiado el sol esa ventana última. Vente. Será grato saltar sobre la tierra elástica. Correr. Correr sin rumbo, sin motivo. Presidiendo la plaza se alza la estatua de la Inmaculada (1954) de Manuel Ardil Robles, con una placa en la que se narra la historia de este espacio: Esta plaza, formada en el siglo XVII, estuvo rodeada en su origen por edificios destinados a guardar monturas, por lo que fue conocida como Plaza de las Caballerizas, de las Cocheras o de los Caballos. A mediados del siglo XVIII se le llamó Plaza de San José por la imagen del santo que había en una de las fachadas, en esta época llegó a servir de coso taurino y a finales del XVIII se establecieron en ella barracas de venta de frutas que desaparecerían al construirse el mercado de La Merced. En 1884, el Ayuntamiento da a este espacio el nombre del doctor cartagenero Benigno Risueño de Amador. Es llamativo que el letrero grabado en el suelo indique "Plaza de El Risueño". Aquí estuvo el Gran Cine Sport, de las primeras salas de cine de la Región. En la Guerra civil, durante el bombardeo de las cuatro horas (25 de noviembre de 1936), una bomba cayó sobre la plaza provocando un enorme socavón. Desde este espacio se puede acceder a la Casa de la Fortuna, que muestra una domus romana del s. I a. C. Calle Canales. Arturo Pérez-Reverte Pasando por la Plaza de Juan XXIII, alegrada por la vistosidad de los puestos de flores, nos mantenemos a la izquierda hasta entrar en la Calle Canales, deteniéndonos en la confluencia de la Calle de la Palma y el Callejón Huerto del Carmen, llamado así por un antiguo convento de frailes carmelitas que disponía de huerta. En la primera, estuvo la casa natal de Carmen Conde, y en el segundo, se encuentra un establecimiento llamado La Posada de Jamaica. A él alude el escritor y Académico de la Lengua Arturo Pérez-Reverte, también nacido en esta ciudad, en su novela La carta esférica: Cenaron michirones y huevos fritos con patatas en la Posada de Jamaica, al otro lado del antiguo túnel de la calle Canales. Allí se les unió el Piloto, con las manos manchadas de grasa y la noticia de que la sonda estaba instalada y funcionaba bien. Había rumor de conversaciones, humo de tabaco formando estratos grises en el techo, y Rocío Jurado cantaba de fondo, en la radio, "La Lola se va a los puertos". La veterana casa de comidas había sido reformada, y en vez de los manteles de hule que Coy recordaba de toda la vida, había ahora mantelería y cubiertos nuevos, azulejos, adornos y hasta cuadros en las paredes; aunque la clientela seguía siendo la misma, sobre todo a mediodía: vecinos del barrio, albañiles, mecánicos de un taller cercano, jubilados atraídos por la comida casera y económica. De cualquier modo, como le dijo a Tánger sirviéndole más vino tinto con gaseosa, sólo el nombre del local hacía que valiese la pena ir allí [...] Se refiere evidentemente a la novela de Daphne Du Maurier, convertida también en película por Alfred Hitchcock. El primitivo local se alzó sobre el convento; con el devenir del tiempo se convirtió en café cantante, donde actuó "Rojo el Alpargatero", y en la Posada de La Lonja y Baños del Carmen. Su nombre cinematográfico es anecdótico: concluida la guerra civil, a este hospedaje de carreteros llegaron unos infantes de marina, "queremos huevos fritos con patatas", solicitaron. Esos días ponían en el cine Máiquez la película La Posada de Jamaica (1939), y aquellos soldados, que repitieron noche tras noche, acabaron rebautizando el local por las semejanzas del patio de la posada con las imágenes de la película. En febrero de 1961 desaparecieron las habitaciones y cuadras, transformándose en el comedor de esta casa de comidas. En el siglo XVII, la Calle Canales era uno de los sitios donde se pregonaba el bando promulgado por la justicia para que las mujeres de mal vivir salieran de la ciudad. Calle del Carmen. Carmen Conde Avanzamos desembocando en la Calle del Carmen. A pesar de ser una de las principales arterias comerciales, no empezó a formarse como tal hasta principios del siglo XVIII. La zona era conocida como Arrabal de San Roque, pues desde antiguo existía una ermita dedicada al santo. El arrabal siempre gozó de una gran importancia, no sólo por estar establecidos en él los mesones, posadas, almacenes y todo tipo de comercios, sino porque era la vía de comunicación entre el puerto y la antigua carretera de Murcia. En esta populosa calle se asientan importantes edificios de estilo modernista. Nos encaminamos hacia la izquierda, hasta llegar a una escultura de Carmen Conde, a la que Cartagena distinguió nombrándola Hija Predilecta. La estatua, erigida en 2007, año en que se cumplió el centenario de su natalicio, es obra del escultor Juan José Quirós. Enfrente de ella, está la Iglesia del Carmen, en la que se casaron los padres de la escritora y la bautizaron a ella. Así recuerda este entorno en Destino hallado: La cuesta, porque era una cuesta de pocos grados, del camino al faro, desembocaba al volver y comenzaba al ir en un pedazo del ensanche de la ciudad, [principio de la Calle Real] y, precisamente cerca de la Escuela de Aprendices del Arsenal civil[antiguo edificio de la Escuela de Aprendices] y de una institución benéfica, de las muchísimas que van dando trompicones a lo largo y ancho de su existencia [la Casa del Niño]. Después se encontraba una con la calle amplia y casi hermosa colocada bajo la advocación de la patrona de las almas en el Purgatorio [entrada a la Calle del Carmen]. En esta calle estaba la Iglesia donde se casaron mis padres y nos bautizaron a nosotros tres. Había grandes comercios, almacenes al por mayor, edificios altos y cómodos...

Fecha

5/11/2015

Colaborador

Marisa N

Archivos

Colección

Citación

“Ruta literaria por Cartagena,” Cartagena ayer y hoy, consulta 29 de abril de 2024, https://cartagena.omeka.net/items/show/49.